Uno de los temas de mayor actualidad es el relacionado con la violencia, en todas sus variantes, como lo son: la de género, la infantil, matanzas, agresiones etc. que se reflejan tanto en la televisión como en el cine, Internet, etc. en definitiva, en cualquier tipo de medio audiovisual.
Esto es peligroso, como ya hemos visto, ya que los jóvenes tienden a imitar las conductas que día a día ven en sus series, programas o películas favoritas.
Un ejemplo de las series que se emiten en horario infantil es “Padre de familia”, que aunque sea de dibujos animados, está dirigido a un público adulto, lo cual no impide que los más pequeños de la casa lo vean y se puedan familiarizar con este tipo de conducta.
Claramente la programación actual ha cambiado; ahora priman los programas para adultos, donde en la mayoría de los casos tratan temas bélicos, sexuales o de temas relacionados con la prensa del corazón, y según nuestra opinión esto es así por el hecho de que las grandes compañías quieren ser líderes de audiencia y, parezca mentira o no, lo que más vende en la actualidad son estos temas y cuanto más se incida en lo macabro del asunto mejor que mejor. Basta con mirar las portadas de los periódicos o las imágenes que emiten en los avances de los telediarios para darse cuenta de ello.
Cuando hay algún atentado, guerra, asesinato… lo que prevalece en ellas es el color de la sangre, caras de terror o personas lesionadas, en definitiva, lo que hace que los espectadores nos paremos ante el televisor y
no nos separemos de él hasta que la noticia haya terminado. Un claro ejemplo de esto fue la muerte de Sadam Hussein, en el que, en nuestra opinión, no tenían por que repetir tantas veces el video previo a su ejecución y creemos que no emitieron el momento en el que lo hicieron por el mero hecho de que no poseían esa grabación.
Además la televisión al emitir continuamente este tipo de contenidos hace que, a nuestro parecer, se acreciente el número de actos violentos ya que detonan en ciertos individuos (con claros problemas mentales) este tipo de conductas. Ejemplo de ello es la reciente matanza en EEUU, a la que, por desgracia, nos vamos a terminar acostumbrando como no hagan algo pronto.
No podemos olvidarnos de Internet, en el que los americanos han comenzado a vender artículos de asesinos en serie o de sus victimas (algo que sólo está prohibido en seis estados), por lo que la población puede acceder a ellos sin ningún tipo de problema para, en la mayoría de los casos, comenzar a coleccionar los objetos personales de estos conocidos asesinos. Esto además de ser macabro hace que los familiares de esas victimas recuerden, aún más si cabe, al asesino/s que acabo con la vida de su familiar.
Y por si no fuera poco con la violencia del mundo real, también la llevan al cine, que aunque este género se consolidase hace bastantes años, cada vez va avanzando hacia un tipo de películas más desagradables, donde se muestran las mentes perturbadas de personas que matan sin ningún tipo de escrúpulos, como ocurre en “Saw” o “Hostel”.
En definitiva, los medios nos ofrecen lo que “pedimos”, ya que es lo que nos gusta ver, pero esto hace que vivamos en una sociedad cada vez mas insegura, donde los asesinos y terroristas, gracias a los medios, se hacen temer y, de alguna manera, se vuelven tan conocidos que hay gente en el mundo que los llega a admirar, tanto, que son capaces de comprar sus objetos como reliquias de un asesinato.
Esto es peligroso, como ya hemos visto, ya que los jóvenes tienden a imitar las conductas que día a día ven en sus series, programas o películas favoritas.
Un ejemplo de las series que se emiten en horario infantil es “Padre de familia”, que aunque sea de dibujos animados, está dirigido a un público adulto, lo cual no impide que los más pequeños de la casa lo vean y se puedan familiarizar con este tipo de conducta.
Claramente la programación actual ha cambiado; ahora priman los programas para adultos, donde en la mayoría de los casos tratan temas bélicos, sexuales o de temas relacionados con la prensa del corazón, y según nuestra opinión esto es así por el hecho de que las grandes compañías quieren ser líderes de audiencia y, parezca mentira o no, lo que más vende en la actualidad son estos temas y cuanto más se incida en lo macabro del asunto mejor que mejor. Basta con mirar las portadas de los periódicos o las imágenes que emiten en los avances de los telediarios para darse cuenta de ello.
Cuando hay algún atentado, guerra, asesinato… lo que prevalece en ellas es el color de la sangre, caras de terror o personas lesionadas, en definitiva, lo que hace que los espectadores nos paremos ante el televisor y
no nos separemos de él hasta que la noticia haya terminado. Un claro ejemplo de esto fue la muerte de Sadam Hussein, en el que, en nuestra opinión, no tenían por que repetir tantas veces el video previo a su ejecución y creemos que no emitieron el momento en el que lo hicieron por el mero hecho de que no poseían esa grabación.
Además la televisión al emitir continuamente este tipo de contenidos hace que, a nuestro parecer, se acreciente el número de actos violentos ya que detonan en ciertos individuos (con claros problemas mentales) este tipo de conductas. Ejemplo de ello es la reciente matanza en EEUU, a la que, por desgracia, nos vamos a terminar acostumbrando como no hagan algo pronto.
No podemos olvidarnos de Internet, en el que los americanos han comenzado a vender artículos de asesinos en serie o de sus victimas (algo que sólo está prohibido en seis estados), por lo que la población puede acceder a ellos sin ningún tipo de problema para, en la mayoría de los casos, comenzar a coleccionar los objetos personales de estos conocidos asesinos. Esto además de ser macabro hace que los familiares de esas victimas recuerden, aún más si cabe, al asesino/s que acabo con la vida de su familiar.
Y por si no fuera poco con la violencia del mundo real, también la llevan al cine, que aunque este género se consolidase hace bastantes años, cada vez va avanzando hacia un tipo de películas más desagradables, donde se muestran las mentes perturbadas de personas que matan sin ningún tipo de escrúpulos, como ocurre en “Saw” o “Hostel”.
En definitiva, los medios nos ofrecen lo que “pedimos”, ya que es lo que nos gusta ver, pero esto hace que vivamos en una sociedad cada vez mas insegura, donde los asesinos y terroristas, gracias a los medios, se hacen temer y, de alguna manera, se vuelven tan conocidos que hay gente en el mundo que los llega a admirar, tanto, que son capaces de comprar sus objetos como reliquias de un asesinato.
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